De vuelta a casa, pensando en la próxima partida

Desde Middle cruzamos la bahía y llegamos a Puerto Toro. Allí emprendimos la jornada más larga de todo el viaje: nueve horas y media para recorrer los 45 kilómetros que nos separaban de Williams. Llegamos bajo la lluvia, ya bien entrada la noche; en el muelle del Club Náutico Micalvi, Greg y Eva nos esperaban emocionados. Ellos también la habían pasado feo y querían abrazarse con nosotros.

En Williams otra vez sentimos la "mala onda" pero ya no nos importaba: estábamos regresando a casa. Cruzamos el Canal de Beagle y fuimos a pasar la noche a Remolinos.

El 21 de abril emprendimos la última jornada. Cuando divisamos Ushuaia la nostalgia se adueñó de nosotros. Sentimos que esos paisajes nos pertenecían. Los habíamos ganado en buena ley y no queríamos abandonarlos. Estábamos tristes. Y a pesar del cansancio empezamos a soñar con la próxima aventura.

Fotos: Pablo Basombrío (primera) | Pablo Basombrío |
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